Lo de escribir un artículo semanal, para alguien como yo que es profano en la materia, resulta una tarea ardua y difícil. Hay semanas en las que cuesta mucho encontrar un tema local de interés, con mucho más motivo en la última, en la que el sonido de cornetas y tambores se ha erigido en protagonista principal. Resulta complicado encontrar otro asunto del que escribir, seguramente las musas siguen procesionando y han decidido abandonarme. No obstante, siempre hay temas de actualidad sobre los que opinar y ofrecer mi punto de vista a los alhameños.
Sin ir más lejos, podemos hablar de algunos de los asuntos debatidos en el pleno ordinario de marzo. Entre ellos, y relacionado directamente con la Semana Santa, el inicio del expediente para declararla de interés turístico nacional. No cabe duda de que esto supondría avanzar un peldaño más en relación con el atractivo de nuestro pueblo, y reportaría un aumento del número de visitantes durante estas fechas. Personalmente, tuve la sensación, durante el debate de esta iniciativa, de que existe un verdadero interés por conseguir este reconocimiento sin que el mismo vaya acompañado de una planificación previa, junto con su correspondiente compromiso de financiación. Me parece que a nadie se le escapa que estos reconocimientos no se conceden alegremente, porque si así lo fuera no tendrían ningún valor. Por tanto, se requiere un importante esfuerzo para conseguir este objetivo. Me temo que, si la participación ciudadana sigue en la línea de pasividad que vengo apreciando en los últimos años, por mucho empeño que ponga la Junta de Cofradías o el Consistorio, el camino será mucho más complicado.
Otro asunto de interés, y también relacionado con el desarrollo turístico de Alhama, fue la propuesta unánime de todos los Grupos Municipales para que se declare el Cerro del Castillo y su entorno como Parque Arqueológico. El mismo englobaría, además de los restos arqueológicos del mencionado Cerro, el Museo de los Baños y la Iglesia de San Lázaro. Reconozco que en esta zona, desde hace varios años, se viene haciendo un intenso trabajo de recuperación. No obstante, opino que se debería actuar no sólo en los yacimientos y edificios citados sino en todo el entorno urbano más próximo. Las calles Virgen del Pilar, Plaza, Almazara y Cañada aún mantienen el primitivo trazado árabe, estrecho y tortuoso. Sería conveniente su conservación y rehabilitación para que esta zona dejase de ser, de una vez por todas, una de las más deprimidas de nuestro pueblo.
Una vez más apareció en el debate plenario el tema de la Residencia de la Tercera Edad. Se realizó una propuesta para ceder terrenos de propiedad municipal a la Consejería de Trabajo y Política Social, para la construcción de un nuevo edificio en la urbanización de los Secanos. Recuerdo que cada vez que se le preguntaba a nuestro anterior alcalde por este tema respondía con evasivas. Ahora parece que empieza a despejarse el panorama, y a verse con claridad que la cesión de terrenos a la citada Consejería no garantiza la construcción de una residencia pública, puesto que la política que está siguiendo el Gobierno Valcárcel en estos asuntos consiste en ceder protagonismo a la iniciativa privada y, posteriormente, establecer conciertos. Nuestro actual alcalde “se lava las manos” diciendo que ahora sólo se trata de ceder terrenos, y después “ya veremos”.
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