Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
Esta semana se ha dado a conocer
el fallo sobre el caso Nóos, según el cual la infanta Cristina Federica de Borbón y
Grecia deberá pagar 265.000 €, en tanto que su marido Iñaki Urdangarín ha sido
condenado a seis años de prisión, junto a otros 6 personas de la 17 acusadas,
entre las que figura el ex-presidente Balear y ex-ministro del Partido Popular
Jaume Matas .
El caso Nóos se abrió en el año
2010 sobre una trama de corrupción político-financiera, en la que a los encausados se les imputaban delitos como:
malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales. Todos
ellos relacionados con contratos de
entidades públicas con una supuesta entidad sin ánimo de lucro que manejaba una
red de sociedades. Una trama que empieza a destaparse por el sobrecoste en la
construcción del auditorio Palma Arena.
La prensa empieza realmente a
hacerse eco de este asunto a partir de 2011, cuando interviene la fiscalía
anticorrupción, y ya es un clamor popular por la implicación de miembros de la
Casa Real, como la infanta Cristina, a través de la sociedad familiar Aizoon,
con la que habría defraudado a la Hacienda Pública.
La monarquía española, durante
mucho tiempo intocable y protegida por los medios de comunicación y el poder
económico, tras los escándalos que derivaron en la abdicación de Juan Carlos I,
nuevamente se veía envuelta en turbios asuntos que llevaban a uno de sus miembros a sentarse en el
banquillo de los acusados de un tribunal de justicia.
Considero una tomadura de pelo a los ciudadanos, y un
insulto a las mujeres, que la Infanta manifestara en el juicio que no sabía nada de
los negocios de su marido. Con su actitud, nos ha dado una lección antológica
sobre “cómo escurrir el bulto”. En nuestra memoria colectiva van a quedar sus
“no sé”, “no recuerdo”, “no me consta”…
Además, me parece indignante que nos quieran vender que
la justicia es igual para todos, cuando todo indica que la Infanta ha contado con un fiscal que ha actuado como
su abogado, que ha sido defendida por Miguel Roca, uno de los redactores de la
Constitución, y ha contado con todos los medios para garantizar su seguridad y
privacidad
No tengo dotes de adivino pero
“lo he clavao”, ya que adelanté en un artículo realizado en 2015 que a lo sumo
se le impondría a la Infanta alguna sanción económica, y “aquí paz y después gloria”. ¡Qué vergüenza!
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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