sábado, 11 de marzo de 2017

MURCIANICO


Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
El próximo 6 de marzo, Pedro Antonio Sánchez, actual Presidente de la Comunidad Autónoma y también del PP de Murcia, deberá declarar como imputado por presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad en documento público por el caso del auditorio de Puerto Lumbreras,  localidad de la que fue alcalde durante 10 años.  Este asunto  ya le apartó momentáneamente de la carrera por la presidencia en favor de Alberto Garre, cuando Valcárcel encabezó la candidatura del PP en las últimas elecciones Europeas.

Nuestra Región, que suele pasar desapercibida para los medios de comunicación de tirada nacional, ha adquirido durante estos últimos días un inusual protagonismo en las primeras páginas de diarios e informativos, hasta el punto de convertir a Pedro Antonio en uno de los rostros más conocidos de nuestro país. Ha robado, incluso,  protagonismo mediático a los mismísimos Urdangarín, Rato, Blesa y compañía.

La situación política en Murcia está muy complicada para el Presidente. Pese al cierre de filas del PP y la puesta en escena de los cargos públicos de su partido o la Nuevas Generaciones, que le han mostrado su r espaldo, tengo la sensación de que estamos ante el síndrome del entrenador de fútbol ratificado por la directiva cuando “pintan bastos”,  y al que poco después vemos desfilar por la puerta de atrás.

En las últimas elecciones autonómicas  el PP consiguió el gobierno regional gracias al apoyo de Ciudadanos, su “marca blanca”. El acuerdo suscrito  incluía apartar del cargo a aquellos que fueran imputados o investigados. Ahora tienen “la papeleta” de hacerlo cumplir frente a un Presidente que no está dispuesto a dimitir y que se aferra al cargo con uñas y dientes.

Pedro Antonio Sánchez es un “animal político” “amamantado” en el seno del PP regional, cuyo destino,  como delfín y sucesor de Valcárcel,  estaba marcado en el firmamento  murciano,  surcado por una gaviota –o un charrán-. En Alhama se hizo célebre también con otro acuerdo entre PP y Ciudadanos, cuando dijo que “Roma no paga traidores” y acabó en una foto chocándoles la mano para sellar el pacto.

 Creo que la justicia deberá pronunciarse a nivel penal. Sin embargo,  a nivel político, por responsabilidad, sólo cabe la investidura de un nuevo presidente, que disuelva la Asamblea Regional para la inmediata convocatoria de nuevas elecciones.

Que ganas tengo de que algún “murcianico o murcianica” ocupe las primeras páginas de la prensa con asunto positivos para nuestro Región o País.
Damián Rubio  es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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