sábado, 26 de enero de 2019

VANDALISMO


Artículo de Damián Rubio publicado en Infolinea del 11 de enero

Justo hace un año, el Pleno del Ayuntamiento de Alhama aprobó por unanimidad de todos los Grupos Políticos una moción de reconocimiento a los alhameños presos y asesinados en los campos de concentración nazis. Posteriormente, en el mes de mayo, tuvo lugar una conferencia y exposición fotográfica sobre el material recopilado por Francisco Boix, fotógrafo que vivió en primera persona el horror campos de exterminio nazis, y la colocación de monumento de recuerdo a los 5 alhameños de los que hay constancia que también estuvieron presos en estos campos.

En los últimos días, hemos podido constatar que el citado monumento ha sido objeto de actos vandálicos, que han supuesto la sustracción de tres de las cinco pequeñas esculturas de bronce en forma de llama que rinden homenaje a las víctimas alhameñas en los citados campos de concentración.

El respeto a nuestro entorno más cercano sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra ciudadanía. No hay más que ver los frecuentes desperfectos en el mobiliario urbano: contenedores, farolas, papeleras, bancos, jardines, etc. No sólo hay desperfectos, sino también otras sustracciones tan sonadas como el acolchado de las zonas de juegos infantiles o el cableado de las farolas de la Avenida Antonio Fuertes.

Exceptuando el robo de cableado de cobre, el resto de actos vandálicos no reportan beneficio alguno para quienes los realizan. Se puede decir que sólo pretenden hacer daño a los bienes públicos, como si se tratase de algo ajeno a ellos mismos. Reponer los daños provocados por de este tipo de actos supone un esfuerzo económico por parte de los organismos públicos que tenemos que pagar entre todos.

Este asunto sólo se puede solucionar con educación y colaboración ciudadana; es imposible asignar un vigilante a cada bien público. El tema de la “educación” resulta muy socorrido para todos los problemas que tiene nuestra sociedad, pero no nos queda otra que abordarlo desde este prisma. Por supuesto, se trata de “educación con mayúsculas” y en ello estamos implicados todos, no sólo los centros educativos.

Debemos tomar conciencia e implicarnos todos; los padres, con su ejemplo; las escuelas, con materias específicas de educación cívica y medioambiental; las instituciones, con programas y actuaciones concretas relacionadas con el respeto a todos los bienes públicos; los medios de comunicación, con un tratamiento de las noticias que se centre en la realidad y huya del sensacionalismo; y la sociedad en general, con la denuncia y condena de todo tipo de actos vandálicos.

Prefiero pensar que en la sustracción de las esculturas que rinden homenaje a los alhameños víctimas del nacismo no hay vandalismo ideológico, porque este matiz añadiría un plus de gravedad al asunto que transcendería más allá de lo material, ya que se estaría faltando al respeto a los homenajeados y familiares, lo que sería realmente inadmisible.

Creo que los espacios públicos reflejan una imagen de quienes los habitan. Cuando los depreciamos o los deterioramos, estamos ofreciendo una imagen negativa de nosotros mismos como colectividad ciudadana.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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