viernes, 20 de marzo de 2009

EN DEFENSA DEL TRASVASE

Cuando este artículo salga a la luz ya se habrá realizado la manifestación en defensa del Trasvase Tajo-Segura convocada por el Sindicato Central de Regantes (SCRATS). El motivo de la misma es la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, que incluye en su texto la fecha de caducidad de las prestaciones hídricas del acueducto referido. Esta infraestructura hidráulica viene prestando un servicio importantísimo a los ciudadanos del sureste español desde hace treinta años.
Durante muchos años nadie ha discutido el interés social del Trasvase a nivel estatal. Los productos agrícolas de la zona que abastece han nutrido no sólo el mercado nacional sino también el internacional, significando una importante fuente de ingresos a través de la exportación. En los últimos años la agricultura ha cedido protagonismo en nuestra Región al sector inmobiliario. La aprobación de una Ley de Suelo regional que considera urbanizable todo el territorio, excepto aquellos espacios con protección específica, y la alarmante caída de los precios en origen de los productos agrícolas, han hecho que muchos agricultores consideren más rentable vender sus tierras a promotoras inmobiliarias que cultivarlas.
El Gobierno del Partido Popular destapó la caja de los truenos con el tema del agua cuando, en el año 2.000, aprobó un Plan Hidrológico Nacional que incluía la construcción de una infraestructura faraónica para trasvasar agua del Ebro al Segura. Este proyecto significó el inicio de una guerra entre Comunidades por la oposición al mismo de aragoneses y catalanes. El PP aprovechó la coyuntura para aferrarse al célebre cartel de “agua para todos”, que tanta rentabilidad electoral le ha dado en nuestra Región. Mientras los avispados estrategas populares se parapetaban detrás del citado cartel, buscando interesadamente la ampliación de recursos hídricos para sus proyectos urbanísticos, se abrió a sus espaldas un nuevo frente en Castilla-La Mancha que amenaza con paralizar el funcionamiento del Acueducto Tajo-Segura. Esto supondría dar la puntilla definitiva a la agricultura regional.
Creo que los ciudadanos de a pie estamos hartos de que nos utilicen como carne de cañón, y de que los políticos empleen el deterioro de nuestras necesidades más básicas para arengarnos a participar masivamente en manifestaciones. Sería muy triste que sólo se pretendiese medir la fuerza política de los dos partidos mayoritarios.
La necesidad de mantener las aportaciones hídricas del Trasvase Tajo-Segura es incuestionable, y es un asunto de interés nacional en el que no tienen cabida las luchas partidistas y territoriales.
Me parece vergonzoso que, mientras los regantes se esfuerzan por aunar voluntades en defensa de un bien de interés general, el PP se siga empeñando en protagonizar las movilizaciones. Propuestas como la de nuestro Alcalde, que pretende acaudillar a todos los primeros ediles de las zonas afectadas para plantarse en Madrid, me parecen populistas y demagógicas. ¡Vaya una afición que le ha cogido el Sr. Romero Cánovas a los liotes!

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