Artículo de Damián Rubio publicado en Linea Local.
Hace ya algún tiempo que los vecinos de la zona del “Collao” me informaron sobre el mal estado en que se encuentran los pinos de la Muela. Según ellos, cada día se hace más visible su deterioro como consecuencia de la plaga de Procesionaria que les afecta. Me consta que este problema no sólo se da en la zona citada, sino que lo sufren también los pinos del casco urbano y se ha hecho extensivo al Parque Natural de Sierra Espuña.
La Procesionaria es una plaga que ataca a todas las especies de pino, especialmente en la zona mediterránea. Provoca serios daños en este arbolado, al que dejan prácticamente seco y sin hojas, facilitando el ataque posterior de otras plagas que pueden acabar definitivamente con él. Por otra parte, los pelillos que recubren a las orugas producen urticarias y alergias en personas y animales domésticos. Por tanto, controlar la proliferación de este lepidóptero no sólo es una cuestión medioambiental, sino también de salud pública.
En el Pleno de febrero se preguntó al Concejal de Medio Ambiente qué actuaciones se habían realizado para frenar esta plaga en nuestra localidad. El citado edil respondió que se estaban haciendo gestiones ante la Comunidad Autónoma, que es la administración a quien compete adoptar las medidas necesarias en los monte públicos. Curiosamente, en este mismo diario, la semana pasada se publicaba la noticia sobre el tratamiento contra la Procesionaria aplicado en los parques y jardines de nuestra localidad, que se realizó en septiembre pasado, intentando justificar, de esta manera, que el Ayuntamiento ha cumplido con la parte que le corresponde. Pienso, sin embargo, que esto no le exime de realizar las gestiones necesarias para exigir que los montes de nuestro término municipal reciban los tratamientos oportunos contra esta plaga.
Me parece lamentable que entre una y otra administración se estén “pasando la pelota”, mientras nuestras pinadas se echan a perder. Hay que tener en cuenta el gran valor ecológico y de prevención de avenidas que las reforestaciones de Sierra Espuña y La Muela suponen para Alhama, y por ello su conservación debería ser un asunto prioritario para nuestro Ayuntamiento.
Me he tomado la molestia de informarme sobre los tratamientos realizados en los pinares de Sierra Espuña y la Muela y, si mis datos no me fallan, la última fumigación de la que tengo noticias se efectuó en 2005. Hasta esa fecha se venían realizando intervenciones con carácter anual. Inexplicablemente, hace ya tres años que no se aplica tratamiento alguno.
El momento idóneo, según los técnicos, para aplicar los tratamientos pertinentes contra la Procesionaria, es a principios de otoño, cuando empiezan a nacer las orugas. El Concejal de Medio Ambiente debería tomar buena nota y realizar las gestiones precisas para que, en el próximo mes de septiembre, se realice el tratamiento masivo contra la Procesionaria en todas nuestras pinadas. De esta manera, durante la próxima primavera las únicas procesiones que veremos serán las de Semana Santa.
La Procesionaria es una plaga que ataca a todas las especies de pino, especialmente en la zona mediterránea. Provoca serios daños en este arbolado, al que dejan prácticamente seco y sin hojas, facilitando el ataque posterior de otras plagas que pueden acabar definitivamente con él. Por otra parte, los pelillos que recubren a las orugas producen urticarias y alergias en personas y animales domésticos. Por tanto, controlar la proliferación de este lepidóptero no sólo es una cuestión medioambiental, sino también de salud pública.
En el Pleno de febrero se preguntó al Concejal de Medio Ambiente qué actuaciones se habían realizado para frenar esta plaga en nuestra localidad. El citado edil respondió que se estaban haciendo gestiones ante la Comunidad Autónoma, que es la administración a quien compete adoptar las medidas necesarias en los monte públicos. Curiosamente, en este mismo diario, la semana pasada se publicaba la noticia sobre el tratamiento contra la Procesionaria aplicado en los parques y jardines de nuestra localidad, que se realizó en septiembre pasado, intentando justificar, de esta manera, que el Ayuntamiento ha cumplido con la parte que le corresponde. Pienso, sin embargo, que esto no le exime de realizar las gestiones necesarias para exigir que los montes de nuestro término municipal reciban los tratamientos oportunos contra esta plaga.
Me parece lamentable que entre una y otra administración se estén “pasando la pelota”, mientras nuestras pinadas se echan a perder. Hay que tener en cuenta el gran valor ecológico y de prevención de avenidas que las reforestaciones de Sierra Espuña y La Muela suponen para Alhama, y por ello su conservación debería ser un asunto prioritario para nuestro Ayuntamiento.
Me he tomado la molestia de informarme sobre los tratamientos realizados en los pinares de Sierra Espuña y la Muela y, si mis datos no me fallan, la última fumigación de la que tengo noticias se efectuó en 2005. Hasta esa fecha se venían realizando intervenciones con carácter anual. Inexplicablemente, hace ya tres años que no se aplica tratamiento alguno.
El momento idóneo, según los técnicos, para aplicar los tratamientos pertinentes contra la Procesionaria, es a principios de otoño, cuando empiezan a nacer las orugas. El Concejal de Medio Ambiente debería tomar buena nota y realizar las gestiones precisas para que, en el próximo mes de septiembre, se realice el tratamiento masivo contra la Procesionaria en todas nuestras pinadas. De esta manera, durante la próxima primavera las únicas procesiones que veremos serán las de Semana Santa.
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