El pasado viernes, día 5, tuvo lugar una multitudinaria manifestación en la capital de la Región, en contra de la propuesta del Gobierno de prolongar la edad de jubilación hasta los 67 años. La movilización se enmarcaba dentro de la convocatoria de diversas manifestaciones en todo el territorio español, realizada por los sindicatos CC.OO. y UGT, que han tenido lugar entre el 22 de febrero y el 7 de marzo en diferentes ciudades de nuestro país. Las manifestaciones en Murcia han estado respaldadas también por IU y el PC, además de diversos colectivos como el Foro Social, el Colegio de periodistas, asociaciones vecinales, sindicatos como STERM, etc.
La marcha estaba encabezada por una pancarta con el lema “en defensa de las pensiones, no al retraso de la jubilación”. Como suele ser habitual en este tipo de actos, al finalizar el recorrido, frente a la Delegación del Gobierno, tomaron la palabra los dirigentes regionales y nacionales de los sindicatos convocantes. Destacaron los intervinientes que nuestra Comunidad lidera las cifras más negativas relacionadas con el empleo, los salarios, las pensiones y la economía sumergida. Recordaron, también, que la crisis actual ha sido provocada por un sistema financiero capitalista basado en la especulación. Por ello, expresaron su rechazo frontal a cualquier reforma que pretenda atentar contra la Seguridad Social y el Sistema Público de Pensiones, o que proponga recortes en los derechos laborales.
Creo que esta movilización era necesaria para poner el contrapunto a todas las manifestaciones a las que estamos asistiendo en los medios de comunicación, tanto por parte de la Patronal como por los miembros del Gobierno Zapatero. Parece que la única receta que se les ocurre para salir de la crisis es meter la mano en el bolsillo de los trabajadores. Resulta indignante que la crisis del sistema capitalista se quiera solucionar inyectando dinero público a la banca privada, y que ésta lo utilice para tapar sus agujeros financieros, provocados por la especulación salvaje. Mucho más grave es que estos fondos públicos no lleguen a los autónomos ni a las pequeñas y medianas empresas. Me parece que, de este modo, se están poniendo trabas a la economía productiva y obstaculizando la generación de empleo.
A la manifestación, referida al inicio de estas líneas, acudí desplazándome desde nuestro municipio en el autobús que partió hacia la capital, y me consta que muchos alhameños lo hicieron por sus propios medios. Me hubiese gustado que nos hubiesen acompañado también el resto de las 10.000 personas que componen la población activa de Alhama. Considero que es muy importante dar una respuesta contundente a todos estos personajes que se dedican a lanzar globos sonda y a “jugar con las cosas de comer”. No podemos dejar todo el peso de la respuesta a los representantes sindicales, es necesario que Gobierno y Patronal perciban con claridad que los trabajadores no estamos dispuestos a ser los “paganos” de la crisis.
Parece evidente que el gran capital (con la CEOE a la cabeza, el Partido Popular frotándose las manos y el PSOE al que le sobra la O de obrero) no pierde oportunidad de plantear una reforma laboral que suponga una vuelta de tuerca más a los derechos laborales. Si la respuesta de los trabajadores es el conformismo y la apatía, las consecuencias serán: más contratos basura, despido libre y sin coste alguno, rebajas salariales, menos prestaciones sociales, retraso en la edad de jubilación, ataque permanente al sistema público de pensiones, etc. Si no ponemos de nuestra parte, podemos retroceder un par de siglos en los derechos de los trabajadores.
Creo que esta movilización era necesaria para poner el contrapunto a todas las manifestaciones a las que estamos asistiendo en los medios de comunicación, tanto por parte de la Patronal como por los miembros del Gobierno Zapatero. Parece que la única receta que se les ocurre para salir de la crisis es meter la mano en el bolsillo de los trabajadores. Resulta indignante que la crisis del sistema capitalista se quiera solucionar inyectando dinero público a la banca privada, y que ésta lo utilice para tapar sus agujeros financieros, provocados por la especulación salvaje. Mucho más grave es que estos fondos públicos no lleguen a los autónomos ni a las pequeñas y medianas empresas. Me parece que, de este modo, se están poniendo trabas a la economía productiva y obstaculizando la generación de empleo.
A la manifestación, referida al inicio de estas líneas, acudí desplazándome desde nuestro municipio en el autobús que partió hacia la capital, y me consta que muchos alhameños lo hicieron por sus propios medios. Me hubiese gustado que nos hubiesen acompañado también el resto de las 10.000 personas que componen la población activa de Alhama. Considero que es muy importante dar una respuesta contundente a todos estos personajes que se dedican a lanzar globos sonda y a “jugar con las cosas de comer”. No podemos dejar todo el peso de la respuesta a los representantes sindicales, es necesario que Gobierno y Patronal perciban con claridad que los trabajadores no estamos dispuestos a ser los “paganos” de la crisis.
Parece evidente que el gran capital (con la CEOE a la cabeza, el Partido Popular frotándose las manos y el PSOE al que le sobra la O de obrero) no pierde oportunidad de plantear una reforma laboral que suponga una vuelta de tuerca más a los derechos laborales. Si la respuesta de los trabajadores es el conformismo y la apatía, las consecuencias serán: más contratos basura, despido libre y sin coste alguno, rebajas salariales, menos prestaciones sociales, retraso en la edad de jubilación, ataque permanente al sistema público de pensiones, etc. Si no ponemos de nuestra parte, podemos retroceder un par de siglos en los derechos de los trabajadores.
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