domingo, 22 de julio de 2012

APRETÓN POPULAR



El pasado lunes 2 de julio, el PP alhameño celebró en su sede local un acto para explicar a sus incondicionales “la verdad de las reformas” aplicadas por el Gobierno Rajoy. Parece ser que los populares necesitan convencer a los suyos de la bonanza de los recortes, porque temen que ni siquiera dentro de sus propias filas se pueda entender tanto “tijeretazo”. Este tipo de actos forman parte de una estrategia muy bien estudiada para desarrollarla a lo largo y ancho de la geografía nacional. La conclusión siempre es la misma: “Nos vemos obligados a tomar estas medidas tan duras e impopulares por culpa de la herencia recibida de ZP”.
No entiendo por qué el citado acto se celebró en el local del PP, como si sólo tuviesen que explicar las medidas de ajuste a sus afiliados y simpatizantes. Creo que el resto de ciudadanos también tenemos derecho a que se nos den explicaciones. Ahora, si lo que se pretendía era obtener el aplauso unánime sin dar cabida a ninguna crítica o discrepancia, eligieron el lugar adecuado. Resulta evidente que se trataba de un evento propagandístico en toda regla, muy en la línea de los populares.
Los ponentes vinieron a justificar las medidas tomadas hasta ahora, pero como el Gobierno no deja de anunciarnos cada semana un nuevo apretón, tendrán que seguir dando explicaciones. Espero que la próxima vez se decidan a convocar a todos los alhameños en un lugar público.
Hasta el menos entendido en política, a estas alturas de la película, ya se ha dado cuenta de que el PP esta incumpliendo día sí, y día también, su programa electoral, aquel famoso “contrato con los electores”. Y esto es difícilmente justificable, por mucho que demonicen a los representantes del gobierno anterior o nos hagan responsables a los que entonces y ahora nos manifestamos contra las políticas neoliberales, las aplique quien las aplique.
El Sr. Rajoy, nada más iniciar su andadura, desenfundó la tijera de su programa electoral oculto, dictado por el poder financiero, y empezó a ejercer siguiendo la voz de su amo. El primer paquete nos lo regaló por Navidad, y en el mismo se incluían: reducción de presupuesto en todos los ministerios y de transferencias a las comunidades, diputaciones y ayuntamientos; congelación del salario mínimo interprofesional, y reducción del sueldo a los funcionarios y demás trabajadores públicos; recortes sociales relacionados con la Ley de Dependencia y ayudas a jóvenes; o subidas de impuestos, tales como el IRPF y la Contribución.
Después decretaron la Reforma Laboral, recortes en políticas de empleo, sanidad, vivienda, educación, I+D+I (investigación, desarrollo e innovación), etc. Curiosamente, el mismo día que el PP daba explicaciones a sus afiliados en Alhama, todos los que acudíamos a una farmacia con una receta del Servicio Murciano de Salud teníamos que sufrir el “repago”. Esto no queda aquí, ya se nos anuncia la segunda subida del IVA, y más imposiciones y recortes para los funcionarios.
Mientras que la clase trabajadora sufre en sus carnes las consecuencias de una crisis que no ha provocado, los principales causantes de la misma son “rescatados” y reciben todo tipo de ayudas. No hay más que ver la vergonzosa amnistía fiscal promovida por el PP para que los defraudadores “se vayan de rositas”, y las ayudas a la Banca para tapar los agujeros provocados por su avaricia desmedida. El objetivo está claro: que los ricos sean cada vez más ricos y poderosos, y los trabajadores más pobres y sumisos.

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