El pasado jueves, 28 de junio, se celebró el pleno ordinario del pasado mes. En esta ocasión no pude asistir al mismo, como de costumbre suelo hacer, pero sí he tenido la oportunidad de verlo por la televisión de nuestra localidad.
Uno de lo asuntos que se debatieron, posiblemente el más polémico, fue el referido a la modificación del convenio urbanístico suscrito por nuestro Ayuntamiento con los promotores del Condado de Alhama. El citado Convenio reflejaba las contraprestaciones que la empresa ofrecía a cambio de la recalificación de 5.000.000 de m2 de suelo rústico en urbanizable de tipo residencial. Entre las mismas estaba la construcción de un edificio para uso municipal, valorado en 600.000 €, que se debía haber entregado en el año 2010. Sin embargo, el anterior gobierno municipal aceptó aplazar dicha construcción, a cambio de la cesión provisional y gratuita de un local en el centro comercial existente en la urbanización. El actual Gobierno PP-CCD ha decidido modificar esta cláusula del Convenio, renunciando al edificio referido anteriormente, a cambio de la adquisición de un local ubicado en el centro comercial del Condado.
El planteamiento de la promotora en la modificación referida es totalmente lógico, ya que actualmente tiene numerosos locales comerciales sin vender, y le resulta mucho más ventajoso entregar uno de ellos que realizar una cuantiosa inversión para construirle al Ayuntamiento un nuevo edificio. Lo que no tengo nada claro es que nuestros gobernantes del PP-CCD hayan defendido correctamente los intereses de los alhameños. Con esta gestión, hemos pasado de tener un edificio independiente de la urbanización, que podríamos destinar a cualquier uso de servicio público, a la adquisición de un local en el que sólo se pueden instalar oficinas y despachos para atender, probablemente, a los residentes del complejo urbanístico. Además, el acceso al mismo está controlado por seguridad privada.
Desde mi punto de vista, no sólo perdemos independencia sino también espacio. No es lo mismo dedicar 600.000 € a construir un edificio de cuyos terrenos ya disponemos, que adquirir un local pagando por el solar, la construcción y el supuesto valor añadido de su ubicación en un centro comercial. También resulta curioso, o cuanto menos chocante, que en el año 2007 los solares de propiedad municipal se vendieran a Polaris a 250 € m2, y cuatro años después, en plena crisis del sector inmobiliario, nos cobren el metro cuadrado de suelo a 360 €. En definitiva, el bajo que nos han vendido nos cuesta 520.000 € (1.300 € por metro cuadrado construido). Queda claro quién ha hecho el negocio vendiendo lo que, a día de hoy, es difícilmente vendible.
No se trata de hacer una valoración comercial, sino política. Creo que el Ayuntamiento debe pensar en la utilidad social de los bienes públicos que adquiere. Desde ese punto de vista, está fuera de lugar comprar al precio citado un local para prestar servicio a los ciudadanos, cuando existía el compromiso de construir un edificio, probablemente con el doble de superficie y en terreno público. Creo que PP y CCD han hecho una pésima gestión de este asunto, aunque quieran maquillarla con todo un arsenal de argumentos peregrinos y difícilmente creíbles, entre los que destaca la afirmación de que el convenio que ellos aprobaron sólo reflejaba la construcción de un “hipotético edificio”. Lo que no es hipótesis, sino realidad, es que estos gobernantes tienen una marcada tendencia a defender lo privado antes que lo público.
Uno de lo asuntos que se debatieron, posiblemente el más polémico, fue el referido a la modificación del convenio urbanístico suscrito por nuestro Ayuntamiento con los promotores del Condado de Alhama. El citado Convenio reflejaba las contraprestaciones que la empresa ofrecía a cambio de la recalificación de 5.000.000 de m2 de suelo rústico en urbanizable de tipo residencial. Entre las mismas estaba la construcción de un edificio para uso municipal, valorado en 600.000 €, que se debía haber entregado en el año 2010. Sin embargo, el anterior gobierno municipal aceptó aplazar dicha construcción, a cambio de la cesión provisional y gratuita de un local en el centro comercial existente en la urbanización. El actual Gobierno PP-CCD ha decidido modificar esta cláusula del Convenio, renunciando al edificio referido anteriormente, a cambio de la adquisición de un local ubicado en el centro comercial del Condado.
El planteamiento de la promotora en la modificación referida es totalmente lógico, ya que actualmente tiene numerosos locales comerciales sin vender, y le resulta mucho más ventajoso entregar uno de ellos que realizar una cuantiosa inversión para construirle al Ayuntamiento un nuevo edificio. Lo que no tengo nada claro es que nuestros gobernantes del PP-CCD hayan defendido correctamente los intereses de los alhameños. Con esta gestión, hemos pasado de tener un edificio independiente de la urbanización, que podríamos destinar a cualquier uso de servicio público, a la adquisición de un local en el que sólo se pueden instalar oficinas y despachos para atender, probablemente, a los residentes del complejo urbanístico. Además, el acceso al mismo está controlado por seguridad privada.
Desde mi punto de vista, no sólo perdemos independencia sino también espacio. No es lo mismo dedicar 600.000 € a construir un edificio de cuyos terrenos ya disponemos, que adquirir un local pagando por el solar, la construcción y el supuesto valor añadido de su ubicación en un centro comercial. También resulta curioso, o cuanto menos chocante, que en el año 2007 los solares de propiedad municipal se vendieran a Polaris a 250 € m2, y cuatro años después, en plena crisis del sector inmobiliario, nos cobren el metro cuadrado de suelo a 360 €. En definitiva, el bajo que nos han vendido nos cuesta 520.000 € (1.300 € por metro cuadrado construido). Queda claro quién ha hecho el negocio vendiendo lo que, a día de hoy, es difícilmente vendible.
No se trata de hacer una valoración comercial, sino política. Creo que el Ayuntamiento debe pensar en la utilidad social de los bienes públicos que adquiere. Desde ese punto de vista, está fuera de lugar comprar al precio citado un local para prestar servicio a los ciudadanos, cuando existía el compromiso de construir un edificio, probablemente con el doble de superficie y en terreno público. Creo que PP y CCD han hecho una pésima gestión de este asunto, aunque quieran maquillarla con todo un arsenal de argumentos peregrinos y difícilmente creíbles, entre los que destaca la afirmación de que el convenio que ellos aprobaron sólo reflejaba la construcción de un “hipotético edificio”. Lo que no es hipótesis, sino realidad, es que estos gobernantes tienen una marcada tendencia a defender lo privado antes que lo público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario