Recientemente, se ha cumplido un año desde la toma de posesión del actual Gobierno Municipal. Por ese motivo, nuestro Alcalde compareció ante los medios para hacer un balance de la gestión de su equipo durante este periodo. En el mismo alardea de los logros conseguidos, a la vez que se aventura a prometernos un futuro aún más halagüeño. Lógicamente, en este tipo de apariciones todo es maravilloso y está repleto de éxitos, puesto que no hay lugar a preguntas comprometedoras, ni por parte de los medios ni de la oposición. Sería de tontos, estando sólo, “tirar piedras en el propio tejado”.
A los alhameños la única posibilidad que nos queda, a tres años de las próximas elecciones, es contrastar su idílica visión con la realidad que vivimos cotidianamente, para tener una percepción más realista de su gestión al frente del Consistorio hasta ahora.
Lo primero que destaca el Sr. Alcalde en su exposición es que ha conseguido mantener los servicios municipales, mientras que otros municipios de la Región los han tenido que suprimir. Hace referencia a servicios deportivos y culturales, tales como piscinas cubiertas, salas de exposiciones, escuelas de música, etc. Con ello, deja claro que se siente satisfecho con que no nos vaya tan mal como a otros, más que con los verdaderos progresos de nuestra localidad. Por supuesto, para nada menciona la enorme subida de tasas y precios públicos experimentados en las ordenanzas fiscales en los servicios mencionados, sólo hay que ver como en el presupuesto de este año se incrementan hasta un 30% los ingresos por este apartado.
En segundo lugar, nuestro primer edil señala el importante ahorro experimentado en todas las concejalías, con especial incidencia en cuestiones como telefonía, consumo eléctrico, contratación de seguros, fotocopias o mantenimiento de ascensores. La constatación de este ahorro tiene una doble interpretación. Por un lado, se podría pensar que el anterior gobierno, con mayoría del PP, se dedicó a despilfarrar dinero público en servicios y gastos innecesarios. Por otro, se demuestra que sólo se aprietan el cinturón cuando el agua les llega al cuello. Desde mi punto de vista, creo que a los alhameños no nos conviene ni una cosa ni la otra. Por poner un ejemplo, me parece acertado que se invierta en la sustitución de las lámparas del alumbrado público por otras de bajo consumo, pero si -como dice el Alcalde- se han apagado 500 farolas en todo el término municipal, es porque se instalaron más de las necesarias o se está prestando un mal servicio.
Por último, en el apartado de primeras piedras, destaca la referida a la nueva depuradora de El Berro, que tenía que estar funcionando hace ya más de cuatro años, o la nuevas instalaciones del Praíco, que han resultado un pozo sin fondo por las malas previsiones. Ambos casos no son ejemplos de buena gestión, salvo que los alhameños suframos amnesia. El resto de “pedruscos” sólo son promesas. Especial mención merece el nuevo IES Valle de Leiva que, después de la contestación social por su ubicación y las escasas posibilidades de que sea una realidad a corto plazo –dadas las circunstancias económicas de nuestra Comunidad-, no deja de ser un acto de prepotencia, por una parte, y un brindis al sol, por otra.
Sinceramente, me siento decepcionado con la exposición del Sr. Cerón Morales. Me consta que sabe perfectamente que un balance de gestión debe recoger hechos consumados. Sin embargo, la mayor parte de su discurso está dedicada a repetirnos sus promesas electorales.
Más que “balancearse”, me da la sensación de que nuestro primer edil se ha columpiado.
A los alhameños la única posibilidad que nos queda, a tres años de las próximas elecciones, es contrastar su idílica visión con la realidad que vivimos cotidianamente, para tener una percepción más realista de su gestión al frente del Consistorio hasta ahora.
Lo primero que destaca el Sr. Alcalde en su exposición es que ha conseguido mantener los servicios municipales, mientras que otros municipios de la Región los han tenido que suprimir. Hace referencia a servicios deportivos y culturales, tales como piscinas cubiertas, salas de exposiciones, escuelas de música, etc. Con ello, deja claro que se siente satisfecho con que no nos vaya tan mal como a otros, más que con los verdaderos progresos de nuestra localidad. Por supuesto, para nada menciona la enorme subida de tasas y precios públicos experimentados en las ordenanzas fiscales en los servicios mencionados, sólo hay que ver como en el presupuesto de este año se incrementan hasta un 30% los ingresos por este apartado.
En segundo lugar, nuestro primer edil señala el importante ahorro experimentado en todas las concejalías, con especial incidencia en cuestiones como telefonía, consumo eléctrico, contratación de seguros, fotocopias o mantenimiento de ascensores. La constatación de este ahorro tiene una doble interpretación. Por un lado, se podría pensar que el anterior gobierno, con mayoría del PP, se dedicó a despilfarrar dinero público en servicios y gastos innecesarios. Por otro, se demuestra que sólo se aprietan el cinturón cuando el agua les llega al cuello. Desde mi punto de vista, creo que a los alhameños no nos conviene ni una cosa ni la otra. Por poner un ejemplo, me parece acertado que se invierta en la sustitución de las lámparas del alumbrado público por otras de bajo consumo, pero si -como dice el Alcalde- se han apagado 500 farolas en todo el término municipal, es porque se instalaron más de las necesarias o se está prestando un mal servicio.
Por último, en el apartado de primeras piedras, destaca la referida a la nueva depuradora de El Berro, que tenía que estar funcionando hace ya más de cuatro años, o la nuevas instalaciones del Praíco, que han resultado un pozo sin fondo por las malas previsiones. Ambos casos no son ejemplos de buena gestión, salvo que los alhameños suframos amnesia. El resto de “pedruscos” sólo son promesas. Especial mención merece el nuevo IES Valle de Leiva que, después de la contestación social por su ubicación y las escasas posibilidades de que sea una realidad a corto plazo –dadas las circunstancias económicas de nuestra Comunidad-, no deja de ser un acto de prepotencia, por una parte, y un brindis al sol, por otra.
Sinceramente, me siento decepcionado con la exposición del Sr. Cerón Morales. Me consta que sabe perfectamente que un balance de gestión debe recoger hechos consumados. Sin embargo, la mayor parte de su discurso está dedicada a repetirnos sus promesas electorales.
Más que “balancearse”, me da la sensación de que nuestro primer edil se ha columpiado.
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