Ya estamos de nuevo en Navidad. ¿Cómo pasa el tiempo? Parece que fue ayer cuando nos estábamos comiendo los cordiales, mantecados y tortas de Pascua del año pasado. Por cierto, estos dulces tradicionales ya no saben como en otras épocas porque se ha perdido la costumbre de hacerlos en casa.
En Alhama, el alumbrado de las calles más céntricas ya nos anuncia desde hace unos días la proximidad de las Fiestas, y los alhameños nos disponemos a pasarlas de la mejor manera posible en compañía de nuestros familiares y amigos.
En estas fechas, al margen de creencias religiosas, los seres humanos sacamos lo mejor de nosotros mismos. Estamos más predispuestos a la solidaridad y al altruismo. Nos mostramos más sensibles y somos capaces de ponernos en el lugar del otro, para entenderlo mejor y prestarle nuestro apoyo si lo necesita. Aunque sea el calendario el que nos lo recuerde, hay que considerar positiva esta actitud que debería estar presente durante todo el año.
La precaria situación económica y social que sufre nuestro país en la actualidad va a incidir directamente en la manera de celebrar esta Navidad. No olvidemos que hay sectores de nuestra sociedad muy afectados por la nefasta gestión que está realizando el Gobierno Rajoy. Principalmente, los casi 5 millones de parados –muchos de ellos sin recibir prestación alguna- ; los pensionistas, que no verán revalorizada su pensión; los funcionarios, que no han recibido la paga extra navideña; los desahuciados, que han perdido su vivienda y siguen secuestrados por la banca; las personas dependientes, que han visto reducidas las ayudas que percibían; los autónomos, que han tenido que cerrar sus pequeñas empresas…
La mayoría de las familias españolas no podrán celebrar estas Fiestas con la alegría consumista de los últimos años. Y esto lo van a notar los comercios, los restaurantes, los hoteles, las agencias de viajes, etc. En definitiva, la crisis la vamos a sufrir todos, con la única excepción de los dueños del capital (banqueros y grandes empresarios). Los políticos que nos gobiernan ya se han blindado lo suficiente para no sufrir los recortes que ellos mismos aplican.
Es muy posible que Rajoy, con tanto apretón y recorte, nos esté invitando a que volvamos a vivir las navidades con la austeridad y la sencillez épocas pasadas, en las que eran suficientes una pandereta, una zambomba y grupo de amigos para montar una fiesta por todo lo alto. Pero, permítanme que dude de estas sanas intenciones del Presidente del Gobierno. Más bien, creo que lo que pretende es que volvamos a una sociedad española con unos pocos ricos y muchos pobres. Esa es la España de “pandereta” a la que nos está llevando D. Mariano.
No quiero continuar el artículo en tono pesimista porque las fechas que se avecinan invitan precisamente a lo contrario. Desde esta columna, aprovecho para felicitar a todos los alhameños y les deseo que vivan el espíritu navideño con familiares y amigos, sin olvidarse de ser solidarios con los que lo estén pasando mal. Deseo también que los Reyes Magos, vengan de donde vengan, y existan o no existan, vengan cargaditos de regalos, sobre todo: salud, trabajo, amor y muchos juguetes para los más pequeños de la casa.
No puedo resistir la tentación de brindarles una bonita frase navideña. Ahí va ésta con mis mejores deseos: “Que la Navidad nos brinde nuevas energías para vivir como niños otra vez”.
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