Artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local
Se aproxima la Feria de Alhama
que, como viene siendo tradición en los últimos años, está precedida por las
fiestas del Barrio, que se han convertido en la antesala de las fiestas
patronales de nuestro pueblo.
Este año, antes de que conozcamos
el programa de fiestas, la actualidad viene marcada por la sentencia judicial
de enero de este mismo año, que impide la celebración de los tradicionales
conciertos musicales de Feria en el
auditorio “Tierno Galván”. Esta decisión viene a culminar un largo proceso de
quejas de los vecinos colindantes a la citada instalación que, al no encontrar
respuesta satisfactoria a las mismas, en el año 2012 iniciaron un procedimiento contencioso-administrativo
contra el Ayuntamiento.
Hay que señalar que, desde que al
Auditorio se construyó en el espacio que ocupaban las antiguas piscinas
municipales, en pleno centro de la localidad, ha venido suscitando las quejas
de algunos vecinos por los ruidos ocasionados. Los espectáculos musicales
organizados con motivo de Feria y Mayos, prolongados hasta las primeras horas
de la madrugada, cada vez han empleado más decibelios para satisfacer a los
asistentes.
Muchos han sido los años y las
corporaciones que han pasado sin solucionar el problema. Posiblemente, cuando
más cerca vieron los vecinos afectados la solución fue cuando se inició la
redacción de nuevo Plan General de Urbanismo, que situaba el nuevo recinto en
el extrarradio del casco urbano. Por otra parte, también suavizó los ánimos el
proyecto de construcción de un auditorio cubierto en el mismo lugar en el que
está ubicado el actual, y en cuya redacción ya nos gastamos en el año 2009 la
nada despreciable cifra de 240.000 euros del erario público.
Sin duda, la gota que ha colmado
el vaso de la paciencia vecinal ha sido la escasa posibilidad que existe, a día
de hoy, para realizar cualquiera de los proyectos mencionados en el párrafo
anterior. El primero, porque la parcela donde se preveía ubicar el recinto
ferial, después de que se aprobase el Plan General, fue requerida por ADIF para
el almacenamiento del material para la construcción del trazado del AVE; el
segundo, porque se precisaría una inversión muy por encima de los seis millones
de euros para que el proyecto del auditorio cubierto “saliese del armario” y se
hiciera realidad.
La mala gestión de este asunto va
a dar lugar a que este año los vecinos del actual recinto ferial tengan ración
triple de ruidos: atracciones, conciertos y carpas. Los que no tengan una
segunda vivienda sólo tienen dos alternativas: unirse a la “fiesta” o soportar
todo lo estoicamente que les sea posible los inconvenientes originados por la
Feria de Alhama.
Creo que en nuestra localidad ya hace tiempo que se
necesita una nueva ubicación para el recinto ferial, en una zona lo suficientemente
espaciosa y alejada del casco urbano para minimizar las molestias. De no ser
así, no daremos abasto para gastos en contenciosos.
Parece ser que en esta sociedad que hemos
creado la diversión no se entiende sin ruidos. No vendría mal que reflexionásemos
sobre ello, con la intención de conciliar lo festivo con la educación cívica.
Damián Rubio es Coordinador Local IU-Alhama
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