Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
El pasado viernes 10 de junio, se
inició oficialmente la campaña electoral que concluirá con la jornada de
reflexión el sábado 25. El domingo 26 los ciudadanos tendremos la oportunidad
de decidir con nuestro voto quienes compondrán próximas Cortes Generales y que
políticas queremos que se desarrollen en nuestro país.
La tradicional pegada de carteles
a las 0 horas del mencionado día 10 en los Patos, que viene siendo un acto
simbólico cada vez que hay elecciones, en esta ocasión nos brindó dos novedades
significativas, por una parte la presencia de la nueva coalición formada por
Podemos e Izquierda Unida, que compartieron espacio electoral y, por otra, la
pegada virtual del PP utilizando sus tablets y smartphones para exhibir su lema
de campaña.
Posteriormente, el PP realizó una
rueda de prensa para “vendernos la moto” informando que, para causar el menor
gasto posible, harían una campaña “light”, no realizarían buzoneo y ahorrarían en cartelería. Todo ello, en línea
con lo realizado por este partido en toda la geografía nacional, dentro del
diseño marcado por sus directores de marqueting. Posiblemente, los mismos
ideólogos de la financiación ilegal de anteriores campañas.
No deja de llamar la atención,
que se les haya ocurrió la genial idea de utilizar sus paneles pegando un cartel anunciando que no iban a pegar
carteles. Por lo tanto, este Ayuntamiento, -al igual que en el resto de España-
ha tenido que colocar los paneles que les correspondían y no ha supuesto ahorro
alguno, ni de material ni de mano de obra para habilitar los espacios
electorales.
Me he molestado en echar un
vistazo a la información respecto al gasto electoral de los partidos. De la
misma se desprende que, en estas nuevas
elecciones generales, el PP será el partido que más dinero destinará a la
campaña con un presupuesto de 8,4 millones, el PSOE tiene previsto gastar 6,3
millones, Ciudadanos rondará los 3 millones, Podemos se ha puesto como tope los
2,2 millones e IU ha recurrido a microcréditos de afiliados y simpatizantes.
A la vista de lo anterior, me parece evidente que aunque el PP utilice menos
carteles y cola, tampoco va a suponer ningún ahorro el ciudadano ya que se lo
va a gastar con creces en otro tipo de propaganda electoral más costosa, de la
que esperan obtener un mayor rédito en las urnas que untándose las manos pateando
las calles con un cubo y una brocha.
Lo que no tienen nombre es que los populares califiquen al resto de partidos
de incumplidores de un acuerdo de austeridad que no se ha producido, entre
otras cuestiones, porque el PP proponía reducir el gasto electoral en función
del presupuesto empleado el pasado 20 de diciembre para seguir disponiendo de
una mayor cuantía sobre el resto, mientras que otros partidos proponían bajar
el límite de gasto general, o que el envío a los domicilios mediante el
denominado “mailing” fuese compartido para reducir el coste de financiación por
el Estado.
La derecha tiene muy claro que la
baja participación le favorece, sólo
hay que repasar los resultados electorales de los últimos treinta años
para afirmar que, salvo en muy contadas excepciones, la abstención beneficia directamente a la derecha.
Desde esta columna llamó a los
alhameños a que se ilusiones y participen en la construcción de un nuevo país
más justo y solidario.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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