sábado, 23 de julio de 2011

LOS VERANOS DE LA VILLA



En verano, normalmente, la actividad política municipal se ralentiza. Aunque el aumento del censo haya hecho que se incremente el número de ediles de 17 a 21, y con ello sea obligatoria la celebración de un pleno ordinario cada mes, los asuntos a tratar suelen ser escasos. Además, hay que tener en cuenta que el nuevo Gobierno Municipal aún esta “aterrizando” y no sabemos si han tomado tierra o tienen serios problemas para ello. Lo cierto es que aunque algún superconcejal vaya a velocidad supersónica otros parecen tomárselo con más calma.
Estas fechas son propicias para las actividades lúdico-recreativas y este gobierno se ha limitado a seguir el mismo guión de años anteriores, es decir, el programa de música en los jardines y pedanías y la proyección de películas en el auditorio. Con respecto al primero, no hay ningún cambio y, por tanto, las nuevas ideas brillan por su ausencia. Si acaso, la única novedad es que la concejala responsable de festejos le ha dado un toque “digital”, y más “familiar”, al desarrollo de la programación. En relación al cine de verano, a estas alturas sólo conocemos la programación de julio; no sabemos si se trata de darle suspense, si van “a salto de mata” o si no habrá proyecciones en agosto.
Este verano la ley anti-tabaco ha hecho que se multipliquen las terrazas en nuestro pueblo y que las mismas broten como hongos en cualquier rincón donde haya un bar; la oferta es amplísima y se han expandido por todo el casco urbano. Mención especial merece la Calle de la Feria, que después de muchos años ha vuelto a cobrar vida con su peatonalización y la remodelación del Jardín de los Patos.
No sabemos si la Ley citada anteriormente contribuirá a la mejora de la salud de los fumadores, pero si tengo claro que las arcas municipales van ha recibir un buen “chute” económico a su costa.
Otra novedad estival es la realización de mercadillos semanales en el Condado de Alhama. El pasado sábado se desarrolló el primero de ellos, que según me han informado algunos visitantes supuso un gran éxito de público, en consonancia con el amplio despliegue propagandístico realizado por los organizadores, que empapelaron las farolas de nuestro pueblo con vistosos carteles bilingües. Si el interés de los organizadores era que acudiese mucha gente, lo consiguieron porque aquello parecía una romería de curiosos atraídos por ver lo que lo que se estaba “cociendo” allí. ¡Vaya forma más extraña de apoyar al comercio alhameño! En vez de atraer compradores a nuestro casco urbano nos los llevamos al Condado.
La auténtica novedad cultural de este verano la está protagonizando la Asamblea Bajo Guadalentín del movimiento 15-M. Con pocos medios y mucha imaginación, están ofreciendo un programa cultural alternativo mucho más original y formativo que el auspiciado por las Concejalías de Cultura y Festejos de nuestro Ayuntamiento. Lo que hemos visto hasta ahora son actividades que promueven la capacidad crítica de los ciudadanos, les invita a pensar por sí mismos y a despertar de la “empanada mental” que produce el consumo compulsivo. Nuestros ediles tendrían que tomar buena nota, pero lo mismo no interesa.
Quiero animar a los miembros de la Asamblea de Alhama a continuar en la línea de trabajo iniciada, y les sugiero que difundan sus propuestas de una forma más amplia para que llegue a todos los alhameños.

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