sábado, 30 de julio de 2011

SOCIEDAD MULTICULTURAL


El pasado viernes por la tarde los medios de comunicación informaron a la comunidad internacional de un horrible atentado en Oslo, capital de Noruega. En primera instancia se hacia referencia el estallido de un coche bomba en el centro del a ciudad que provocó 8 víctimas. Dos horas más tarde se producía una masacre en la isla de Utoya, a 40 km de distancia, donde un joven disparó a quemarropa contra los asistentes a un campamento de verano las juventudes laboristas provocando 68 víctimas mortales.
Las primeras hipótesis relacionaban estos atentados con el fundamentalismo islámico. Sin embargo, posteriormente se constató que fueron perpetrados por un miembro de la extrema derecha noruega, que al parecer actuó en solitario. En días posteriores ha trascendido que su móvil era “salvar a Noruega y Europa Occidental de los musulmanes y de la cultura marxista”.
La sociedad de los países desarrollados, desde hace muchos años, es multicultural. Este mestizaje se debe principalmente a cuestiones económicas; las personas de los países menos favorecidos se han visto empujadas a buscarse la vida en otros lugares distintos a los de su origen –algo que, por otra parte, viene ocurriendo desde que existe el hombre sobre la faz de la tierra-. Hasta no hace mucho este fenómeno se vivía únicamente en lo países más ricos de Occidente: Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, Suiza, etc. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha extendido a toda Europa Occidental, incluida España.
Nuestro país ha dejado de ser un pueblo de emigrantes para convertirse en receptor de inmigrantes, principalmente del Norte de África y de América Latina, requeridos para cubrir la demanda laboral en sectores como hostelería, agricultura o construcción. Las últimas informaciones indican que hay casi 6 millones de extranjeros “con papeles”, que suponen un 12% de la población, y que podrían existir otros tantos “sin papeles”. Estos datos no distinguen entre los que eligen nuestro país por cuestiones de ocio o por necesidad de subsistencia.
La Región de Murcia, que fundamenta su economía en los sectores anteriormente referidos, ha recibido una avalancha de inmigrantes en los últimos años para satisfacer las necesidades de mano de obra barata y poco cualificada, y también, por qué no, las de habitantes para los “resort” de la burbuja inmobiliaria. En total suponen un 16,4 % de los murcianos, lo que nos coloca únicamente por detrás de Baleares y la Comunidad Valenciana en número de extranjeros.
Nuestro municipio no es ajeno a esta tendencia de sociedad multicultural. Según datos de 2010, la población extranjera empadronada supone el 19,41% del total. Con nosotros conviven ciudadanos de más de 40 nacionalidades diferentes, mayoritariamente norteafricanos y sudamericanos.
Creo que nuestras mentes tienen que ser lo suficientemente abiertas como para entender que todos podemos coexistir de forma pacífica en la misma sociedad. Es necesario que hagamos un gran ejercicio de tolerancia y respeto por parte de todos los componentes de la misma. Se hace necesario también un esfuerzo institucional para fomentar una educación en los valores anteriormente mencionados. De esta forma no necesitaremos a ningún “salva-patrias” que provoque una masacre para “defendernos”.
Quiero que este artículo sirva para expresar mi más contundente condena de los atentados perpetrados en Noruega, así como mi solidaridad con los familiares de las víctimas
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