Recientemente se celebraron, a lo largo y ancho de la geografía nacional, varios congresos regionales del PP, entre ellos el de Murcia. En nuestra Región, volvió a ser reelegido como presidente del Partido Popular, Ramón Luis Valcárcel, que ejerce un poder incuestionable en su partido desde el año 1991. En la prensa regional se destaca la práctica unanimidad de los delegados al emitir su voto, y la rapidez con la que se desarrolló un Congreso en el que “el pescao ya estaba vendío” antes de su inicio, ya que sólo había un candidato que, además, contaba con más avales que asistentes al evento.
Del citado encuentro regional entre los populares, a falta de debate, lo que más ha trascendido ha sido el futuro inmediato del Sr. Valcárcel, que no es otro que seguir vinculado a la política como eurodiputado, una vez defenestradas sus posibilidades como ministrable. Después de cómo esta dejando el “solar” educativo, parece no interesarle volver a su trabajo como profesor, aunque sea en la privada. Tras 17 años como presidente del Gobierno Regional, su mayor logro ha sido dejarnos en el furgón de cola de las autonomías españolas, y con una deuda de las más altas de España. Todo gracias a su política del ladrillo. Sin embargo, mantiene un electorado sumiso y fiel que garantiza la supremacía del PP en nuestra Comunidad por algunos años más.
La unanimidad en el cónclave recientemente celebrado no puede ocultar la necesidad de relevo en la cúpula del PP. El Sr. Valcárcel quiere dejarlo todo “atado y bien atado”, consciente de que en su partido las sucesiones siempre han dado lugar a traiciones, “tiros y puñaladas” entre los aspirantes. En Alhama sabemos muy bien que los dóciles delfines del PP, cuando huelen poder, se convierten en feroces tiburones.
En los días previos al XV Congreso Regional, desde el PP local se anunciaba con orgullo y “sastifación” que su presidente, Alfonso Fernando Cerón, formaría parte de la mesa presidencial del evento. Posteriormente, ha trascendido su nombramiento como miembro del Comité Regional. Sin duda, con ello se premia los años de sumisión del PP local a los dictámenes de Ramón Luis, principalmente en lo relacionado con los proyectos macro-urbanísticos. Para celebrarlo, el Ayuntamiento de Alhama realizará un pleno extraordinario para modificar el Convenio Urbanístico con Premursa, promotores del Parque Paramount, y colocaremos la primera piedra del citado proyecto a final de mes.
Durante muchos años se nos ha vendido que una buena conexión con el PP regional y nacional (cuando éste alcanzase el gobierno) era lo más conveniente para los alhameños, porque ello supondría prioridad en lo que a inversiones se refiere en nuestra localidad. Incluso, en la pasada campaña de las elecciones municipales, el Sr. Moreno abandonó las filas del CDL y se “arrojó a los amorosos brazos del PP” teniendo como premisa un acuerdo en el que textualmente se decía: “La Dirección regional del PP avala este acuerdo y se compromete a dar prioridad en su programa de inversiones al municipio de Alhama de Murcia”.
La conexión citada, y los sucesivos pactos del PP “con todo quisque” para garantizarse la mayoría absoluta, sólo nos ha servido para que nos suban los impuestos de una forma desproporcionada y brutal –no hay más que ver el recibo de la contribución de este año, que ya está al cobro- y para dilapidar –sin que aún sepamos en qué- los más de 30 millones de euros procedentes de los aprovechamientos urbanísticos.
Del citado encuentro regional entre los populares, a falta de debate, lo que más ha trascendido ha sido el futuro inmediato del Sr. Valcárcel, que no es otro que seguir vinculado a la política como eurodiputado, una vez defenestradas sus posibilidades como ministrable. Después de cómo esta dejando el “solar” educativo, parece no interesarle volver a su trabajo como profesor, aunque sea en la privada. Tras 17 años como presidente del Gobierno Regional, su mayor logro ha sido dejarnos en el furgón de cola de las autonomías españolas, y con una deuda de las más altas de España. Todo gracias a su política del ladrillo. Sin embargo, mantiene un electorado sumiso y fiel que garantiza la supremacía del PP en nuestra Comunidad por algunos años más.
La unanimidad en el cónclave recientemente celebrado no puede ocultar la necesidad de relevo en la cúpula del PP. El Sr. Valcárcel quiere dejarlo todo “atado y bien atado”, consciente de que en su partido las sucesiones siempre han dado lugar a traiciones, “tiros y puñaladas” entre los aspirantes. En Alhama sabemos muy bien que los dóciles delfines del PP, cuando huelen poder, se convierten en feroces tiburones.
En los días previos al XV Congreso Regional, desde el PP local se anunciaba con orgullo y “sastifación” que su presidente, Alfonso Fernando Cerón, formaría parte de la mesa presidencial del evento. Posteriormente, ha trascendido su nombramiento como miembro del Comité Regional. Sin duda, con ello se premia los años de sumisión del PP local a los dictámenes de Ramón Luis, principalmente en lo relacionado con los proyectos macro-urbanísticos. Para celebrarlo, el Ayuntamiento de Alhama realizará un pleno extraordinario para modificar el Convenio Urbanístico con Premursa, promotores del Parque Paramount, y colocaremos la primera piedra del citado proyecto a final de mes.
Durante muchos años se nos ha vendido que una buena conexión con el PP regional y nacional (cuando éste alcanzase el gobierno) era lo más conveniente para los alhameños, porque ello supondría prioridad en lo que a inversiones se refiere en nuestra localidad. Incluso, en la pasada campaña de las elecciones municipales, el Sr. Moreno abandonó las filas del CDL y se “arrojó a los amorosos brazos del PP” teniendo como premisa un acuerdo en el que textualmente se decía: “La Dirección regional del PP avala este acuerdo y se compromete a dar prioridad en su programa de inversiones al municipio de Alhama de Murcia”.
La conexión citada, y los sucesivos pactos del PP “con todo quisque” para garantizarse la mayoría absoluta, sólo nos ha servido para que nos suban los impuestos de una forma desproporcionada y brutal –no hay más que ver el recibo de la contribución de este año, que ya está al cobro- y para dilapidar –sin que aún sepamos en qué- los más de 30 millones de euros procedentes de los aprovechamientos urbanísticos.
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