artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local
La corrupción política es una
inmoralidad que venimos sufriendo los ciudadanos de este país desde hace
bastante tiempo en nuestra joven democracia. Han sido muy numerosos, y con gran
repercusión mediática, los casos que se han dado en todos los niveles de la
administración pública. Según la prensa especializada, nuestra Región es la que
peor puntúa en cuanto a transparencia en la gestión se refiere.
Cuando hablamos de corrupción nos
referimos al mal uso del poder por parte de quienes lo ejercen, utilizándolo
para su propio beneficio o el de sus allegados. El hecho de que se haya
convertido en una actitud frecuente por parte de tantos responsables públicos,
ha dado lugar a que la opinión pública la vaya considerando como algo inherente
al cargo. En la actualidad, se puede considerar como una auténtica lacra
social y, en los últimos sondeos de
opinión, los españoles la consideran como su máxima preocupación, por encima,
incluso, del desempleo.
Los casos más actuales y
llamativos son los de Noos (Urdangarín), Ere`s (Andalucía), Gürtell y Bárcenas.
Este último caso está haciendo temblar los cimientos del PP, hasta el extremo
de verse en la “supuesta” obligación de destruir pruebas para que el edificio
no le caiga encima. Yo no entiendo mucho de informática, pero pienso que eso
del disco duro de los ordenadores se debe parecer a la caja negra de los
aviones, que lo registra todo y da las claves para saber por qué se produce un
accidente. Si esto es así, entiendo el
interés de Bárcenas por reclamar sus ordenadores y el del PP en destruir los
discos duros de los mismos.
La enorme trascendencia social
del asunto de la corrupción ha obligado a los partidos políticos a elaborar una
Ley de Transparencia a nivel nacional, que se aprobará este otoño y entrará en
vigor un año después de su publicación-
algunos “listillos” pensarán que aún tiene un año para llenarse los bolsillos-.
Por otra parte, la Federación Española de Municipios y Provincias ha aprobado
un código de buen gobierno para combatir la corrupción en Diputaciones y
Ayuntamientos. No obstante, la aplicación de este código siempre dependerá de
la voluntad política de quien ostente un cargo.
IU-Verdes de Alhama de Murcia,
preocupada por la magnitud del problema que estamos tratando, presentó en el
pleno del mes de agosto una serie de propuestas encaminadas a favorecer la
transparencia y la información por parte del Ayuntamiento. Entre ellas, destacan la publicación de las
siguientes informaciones: declaraciones de bienes e intereses de todos los
concejales, cuentas anuales del Ayuntamiento (retribuciones de alcalde,
concejales y personal de confianza), lista y cuantía de las operaciones con los
adjudicatarios y contratistas más importantes del Ayuntamiento, etc. Además, se solicita que se evite la
privatización de los servicios públicos y la aplicación del código de buen
gobierno mencionado en el párrafo anterior.
En el último pleno, durante el
debate de las propuestas citadas, pude observar que nuestro Alcalde se pone
bastante nervioso cuando se le exige transparencia y participación ciudadana.
Su estrategia suele ser siempre la misma, abusar del poder que le otorga su
cargo, utilizando el mismo para cerrar cualquier debate con su palabra- aunque
ésta falte a la verdad- dejando sin posibilidad
de réplica a su oponente.
Damián Rubio es Coordinador local de IU-Alhama
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