artículo de Damián Rubio publicado en Línea Local
Existe cierto debate en la
sociedad acerca del ahorro, o no, que podría suponer para el erario
público la enseñanza privada-concertada
frente a la pública. Algunas fuentes interesadas se atreven a afirmar que los
colegios concertados suponen un ahorro importante para la Administración, sin
realizar un estudio científico previo que así lo demuestre.
Sin embargo, hay estudios que
demuestran que ambos modelos cuestan lo mismo a las arcas públicas, pero en
ellos no se tiene en cuenta el sobrecoste que a cada familia le cuesta tener un
hijo en la privada concertada, que se cifra en unos 700 €. El INE (Instituto
Nacional de Estadística), en estudio reciente, afirma que las familias de la
escuela pública gastaron 822 € por alumno, mientras que los padres que
decidieron que sus hijos asistiesen a un colegio privado-concertado invirtieron
1.549 € por hijo.
Tenemos que partir de un concepto
básico: nuestra Constitución reconoce la educación como un derecho fundamental
para todos los ciudadanos, lo que obliga a la Administración a prestarlo. La
enseñanza privada-concertada, por su parte, busca la rentabilidad económica. Prueba
evidente de ello es su total desinterés por ubicarse en áreas con pocas
posibilidades de negocio, como pueden ser las zonas rurales o municipios con
menos de 10.000 habitantes.
Con el mismo gasto la enseñanza
pública llega a todo tipo de alumnado, incluyendo aquellos con necesidades
educativas especiales o de adaptación lingüística, inmigrantes y con
diversificación curricular. Sin embargo, la
privada-concertada establece de
manera soterrada criterios de selección. Por ejemplo, si no se contratan especialistas
en PT (Pedagogía Terapéutica) o AL (Audición y Lenguaje) no se pueden admitir
alumnos con necesidades educativas especiales. Y si se ponen precios elevados
por las actividades extraescolares, se selecciona al alumnado en función de su
nivel económico.
En los últimos años se aprecia un
importante recorte del gasto por alumno
en la enseñanza pública (648 € menos entre 2007 y 2012), mientras que ha
aumentado en la concertada (105 € en el mismo periodo). Esto se debe
fundamentalmente a la reducción de plantillas y a la congelación y recorte de
los salarios de los docentes públicos. Todo ello se ha traducido en una merma
importante en la calidad de la enseñanza pública, que favorece el trasvase de
alumnos a la privada.
Lo que está sucediendo no obedece
a la casualidad, más bien parece una estrategia dirigida a desprestigiar lo
público en beneficio de lo privado en todos los ámbitos. En Alhama, sin ir más
lejos, se ha hecho lo imposible por crear las condiciones idóneas para la
instalación de un colegio privado. Para ello, se ha dilatando en el tiempo la
construcción de las infraestructuras necesarias en los centros públicos,
propiciando de esta manera la masificación y desdoble de las aulas.
Curiosamente, para el próximo
curso las aulas de Infantil de 3 años en todos los colegios públicos de Alhama están
muy por debajo de la ratio oficial (25 alumnos por aula). Sin embargo, en el
colegio concertado (que es el más alejado del núcleo urbano) está previsto que
se abran dos aulas.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes de Alhama
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