El pasado martes, día 20 de diciembre, fue elegido como presidente del Gobierno Español el candidato del Partido Popular, Sr. Rajoy. Su partido, con un 44,6% de los votos de los ciudadanos en las urnas, ha conseguido el 53% de los escaños. Esto le ha permitido contar con el voto favorable de 187 diputados -185 del PP, más los representantes de Unión del Pueblo Navarro y de Foro de Asturias-. En contra se han pronunciado 149 diputados y se han abstenido 14. Una vez más, vuelve a quedar palpable que no son los ciudadanos los que eligen con su voto al presidente de la nación sino los partidos políticos.
El debate de investidura se desarrolló en el Congreso durante los días 19 y 20. En el momento de escribir estas líneas, desconozco a quiénes designará el Presidente como ministros en esta nueva legislatura. No sé si felicitarles o compadecerles, teniendo en cuenta la que está cayendo: el 45% de los menores de 25 años en las listas del paro, más del 20% de la población española por debajo del umbral de la pobreza, 300 desahucios diarios, desaparición de 350.000 empresas, la baja de 200.000 autónomos en la Seguridad Social, etc.
El nuevo inquilino de la Moncloa aún no se ha atrevido a detallar las medidas de ajuste que, según él, harán salir a nuestro país de la crisis. Únicamente ha esbozado las líneas generales de su política, entre las que cabe destacar el ahorro de 16.500 millones de € para reducir el déficit, la supresión de organismos públicos, la actualización de las pensiones, una nueva reforma laboral, diversas medidas fiscales para las empresas o la enésima reforma educativa.
Lo que todos tenemos claro es que el nuevo Gobierno seguirá una línea continuista en relación con el anterior. En todo caso, mucho más dura para los trabajadores y más próxima a los dictados de la CEOE. Por supuesto, sin desmarcarse ni lo más mínimo de las directrices de los mercados, representados principalmente por Merkel y Sarkozy. Las primeras muestras las estamos viendo ya en Castilla la Mancha, donde gobierna la secretaria general del PP, la Sra. Cospedal, que en un día de “inspiración divina” dijo que “su partido era el de los trabajadores”. Esos a los que ha ampliado la jornada laboral y ha reducido el salario en el sector público. Además de anunciar la privatización de los hospitales públicos y el cierre de las casas de acogida para las víctimas de la violencia de género.
Creo que los primeros 100 días de gobierno del Sr. Rajoy van a ser claves para descubrir realmente sus cartas. Cuando esto suceda, no podrá echarle las culpas a ZP, ni podrá mandar su barco, cuando esté a la deriva, a alta mar como hizo con el Prestige. El “chapapote” no pringará sólo la costa gallega sino el país entero, y no habrá voluntarios suficientes para limpiar el solar patrio. Mucho me temo que “nos vamos a enterar de lo que vale un peine”.
No me cabe duda de que si hay recortes en la Administración, la más perjudicada será la Local. Los ayuntamientos, como siempre, serán la hermana pobre del sistema y no nos van a llegar ni las migajas. Ya estamos viendo como, en el proyecto de Presupuestos de la Región de Murcia para 2012, se ha reducido drásticamente la inversión destinada a nuestra localidad respecto a 2011. No es de extrañar que en nuestro pueblo estemos sufriendo el aumento de la presión fiscal, así como de las tasas y precios públicos. A esto hay que añadir una mayor actividad recaudatoria por multas y sanciones.
Ya tenemos a “PP Noel” en el trineo. Cuando se publique este artículo, conoceremos a los renos. Sospecho que, en lugar de regalos, habrá recortes para todos.
El debate de investidura se desarrolló en el Congreso durante los días 19 y 20. En el momento de escribir estas líneas, desconozco a quiénes designará el Presidente como ministros en esta nueva legislatura. No sé si felicitarles o compadecerles, teniendo en cuenta la que está cayendo: el 45% de los menores de 25 años en las listas del paro, más del 20% de la población española por debajo del umbral de la pobreza, 300 desahucios diarios, desaparición de 350.000 empresas, la baja de 200.000 autónomos en la Seguridad Social, etc.
El nuevo inquilino de la Moncloa aún no se ha atrevido a detallar las medidas de ajuste que, según él, harán salir a nuestro país de la crisis. Únicamente ha esbozado las líneas generales de su política, entre las que cabe destacar el ahorro de 16.500 millones de € para reducir el déficit, la supresión de organismos públicos, la actualización de las pensiones, una nueva reforma laboral, diversas medidas fiscales para las empresas o la enésima reforma educativa.
Lo que todos tenemos claro es que el nuevo Gobierno seguirá una línea continuista en relación con el anterior. En todo caso, mucho más dura para los trabajadores y más próxima a los dictados de la CEOE. Por supuesto, sin desmarcarse ni lo más mínimo de las directrices de los mercados, representados principalmente por Merkel y Sarkozy. Las primeras muestras las estamos viendo ya en Castilla la Mancha, donde gobierna la secretaria general del PP, la Sra. Cospedal, que en un día de “inspiración divina” dijo que “su partido era el de los trabajadores”. Esos a los que ha ampliado la jornada laboral y ha reducido el salario en el sector público. Además de anunciar la privatización de los hospitales públicos y el cierre de las casas de acogida para las víctimas de la violencia de género.
Creo que los primeros 100 días de gobierno del Sr. Rajoy van a ser claves para descubrir realmente sus cartas. Cuando esto suceda, no podrá echarle las culpas a ZP, ni podrá mandar su barco, cuando esté a la deriva, a alta mar como hizo con el Prestige. El “chapapote” no pringará sólo la costa gallega sino el país entero, y no habrá voluntarios suficientes para limpiar el solar patrio. Mucho me temo que “nos vamos a enterar de lo que vale un peine”.
No me cabe duda de que si hay recortes en la Administración, la más perjudicada será la Local. Los ayuntamientos, como siempre, serán la hermana pobre del sistema y no nos van a llegar ni las migajas. Ya estamos viendo como, en el proyecto de Presupuestos de la Región de Murcia para 2012, se ha reducido drásticamente la inversión destinada a nuestra localidad respecto a 2011. No es de extrañar que en nuestro pueblo estemos sufriendo el aumento de la presión fiscal, así como de las tasas y precios públicos. A esto hay que añadir una mayor actividad recaudatoria por multas y sanciones.
Ya tenemos a “PP Noel” en el trineo. Cuando se publique este artículo, conoceremos a los renos. Sospecho que, en lugar de regalos, habrá recortes para todos.
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