Recientemente han aparecido en diversos medios de comunicación las noticias referentes a la instalación en España de nuevos parques temáticos, que vendrán a sumarse a los que ya existen o están en proyecto. Me estoy refiriendo a Eurovegas-Madrid y Barcelona-World, que vienen a hacer la competencia a Paramount-Alhama. Por lo que ha trascendido en la prensa, sabemos que el proyecto madrileño tendrá como eje central el juego y el catalán entremezclará juego y espectáculos. Este último estaría muy próximo a lo proyectado para nuestro pueblo, pero a una mayor escala (son 6 parques temáticos junto a Port Aventura).
Una vez que nos ha “reventao” la burbuja inmobiliaria sumiéndonos en una crisis económica sin parangón, nuestros iluminados políticos gobernantes pretenden rematarnos con otra “pompa”, esta vez relacionada con el juego y el espectáculo. Se trata de una nueva generación de parques temáticos con los que pretenden seguir vendiéndonos la moto de la creación de empleo, generación de riqueza y salida de la crisis.
Los que tenemos cierta edad hemos conocido varias modalidades de instalaciones pensadas para el ocio. Antes de los noventa, los que queríamos montarnos en los “cacharros de la feria” fuera de temporada teníamos que ir al Parque de Atracciones de Madrid o al del Tibidabo en Barcelona, no se conocían otros en España. A mediados de los noventa, aprovechando el empuje de la Expo de Sevilla, se construyó en Salou el primer gran parque temático de nuestro país, Port Aventura. Con él se dio el pistoletazo de salida para la construcción de otros de similares características como: Isla Mágica, Terra Mítica, Warner, etc. Todos ellos, después del boom inicial, han demostrado ser estrepitosos fracasos económicos.
La nueva generación de complejos de ocio pretende aglutinar juego, espectáculo, congresos, hoteles, restaurantes, espacios musicales, complejos deportivos, centros comerciales… En definitiva, todo lo que tenga que ver con el consumo elevado a su máxima potencia. Resulta cuanto menos insultante que nos ofrezcan estos paraísos del ocio después de vaciarnos los bolsillos, y con pocas perspectivas de recuperarnos a corto plazo.
Los ciudadanos de a pie pensamos que a la Paramount le han salido dos duros competidores en su mismo sector con los proyectos de Madrid y Barcelona. Todos sabemos que, puesto a elegir, a cualquier turista le resulta más atractivo visitar alguna de estas dos grandes ciudades antes que Alhama.
Como de costumbre, nuestro “consejero Cruz” pretende convencernos de que los mencionados proyectos no supondrán competencia alguna, sino todo lo contrario. Supongo que pensará que el bolsillo de los turistas es infinito y les da para hacer una “turné” por todos los parques temáticos de España. Mientras tanto, “San Per y su Cruz” siguen el peregrinaje buscando inversores por todo el mundo a cuenta de los murcianos. Por cierto, en este apartado, la competencia sí que va a ser dura de verdad.
En todos los proyectos mencionados ya se anuncia una importante participación de las Administraciones. Creo que nuestros políticos vuelven a equivocarse al retomar los macro-proyectos para sacarnos de la crisis. Sería más lógico, y menos costoso para los ciudadanos, que el dinero público se invirtiese en educación, apoyo a los sectores productivos, investigación, desarrollo e innovación. Seguramente, el camino sería mas largo y duro, pero nos traería un futuro más consistente.
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