Esta última semana de agosto he
podido constatar la preocupación de los padres con hijos en edad escolar por
adquirir el material para el inicio del próximo curso antes de que se les eche
encima el mes de septiembre, y con él la subida de precios debida al brutal incremento
del IVA, que pasará del 4 al 21 %.
Es lógica la preocupación de
estos padres puesto que, según cálculos de la OCU (Organización de Consumidores
y Usuarios), cada familia gastará este año una media de 510 € por hijo en la
escuela pública (libros, material escolar, transporte, comedor, uniforme, etc.).
Todo esto en un contexto de crisis económica que afecta a la mayoría de las
familias españolas, debido a la inseguridad laboral, desempleo, congelación de
salarios o reducción de ayudas. En este último apartado, ya vimos en el curso
anterior como el Gobierno Valcárcel suprimió de un plumazo el bono-libro y
redujo en 10 millones de euros el presupuesto destinado a becas.
Para el curso que está a punto de
comenzar, ya se sabe que la educación pública seguirá sufriendo importantes
recortes: reducción del 3,67 % de la aportación del Estado a la Comunidad
Autónoma en materia educativa, descenso de un 13 % en las partidas destinadas
al funcionamiento de los centros públicos (por cierto, aún no han recibido
buena parte de los ingresos comprometidos en el curso pasado), disminución de
las ayudas familiares para adquisición de libros, transporte y comedor escolar,
y el importante aumento de las tasas universitarias. Sin embargo, a la
educación concertada se le amplían nada menos que 8 millones de euros en los
presupuestos 2012 de nuestra Región.
Cada vez es más patente el ataque
frontal del Gobierno del PP a la escuela pública, mientras que no tienen ningún
reparo en aumentar el presupuesto destinado a la privada-concertada, aunque
segreguen por sexos o discriminen por
razones económicas a los alumnos. Hay que tener en cuenta que el mismo estudio
de la OCU, al que anteriormente me he referido, señala que los gastos por alumno
en la enseñanza concertada ascenderán en este curso a 917 €, casi el doble que
en la escuela pública. Es una forma “descaradamente sutil” de evitar el acceso
de las clases sociales más desfavorecidas a estos centros que se financian con
dinero público.
En Alhama, desde hace varios años
venimos padeciendo un importante deterioro de la enseñanza pública, que se ha
traducido fundamentalmente en la habilitación de aulas en espacios que
desempeñaban otras funciones. De esta situación no se libra ni un solo centro
de nuestra localidad puesto que todos ellos, en mayor o menor medida, tienen
niveles desdoblados. A esto, para el próximo curso, hay que añadir la
masificación de las aulas como
consecuencia del aumento de la ratio y la disminución del número de profesores,
y el recorte en recursos materiales. Además, desde hace mucho tiempo se viene
reclamando la construcción de un nuevo instituto que sustituya y mejore al
Valle de Leiva.
Todo esto no sucede por
casualidad, sino que obedece a una política impulsada desde el Partido Popular
para que, de una vez por todas, se construyan y pongan en marcha en Alhama
centros privados-concertados. Se trata de una “espinita” que tienen clavada las
clases mas pudientes de nuestro pueblo, que se ven obligadas a enviar a su
hijos a estudiar fuera de la localidad o a convivir con “el resto de los
mortales” en un mismo centro, y sin ningún tipo de discriminación o
segregación. Si hasta ahora no han conseguido su objetivo ha sido por la
oposición unánime de la comunidad educativa de Alhama. Lo que pretenden es
aprovechar la crisis para desprestigiar la enseñanza pública y dividir a los
padres en la defensa de la misma.
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