domingo, 21 de diciembre de 2014

EL DEBATE CONSTITUCIONAL


Artículo de Damián Rubio para Infolínea

El pasado día 6 de diciembre se celebró el Día de la Constitución, festividad que conmemora la fecha en la que se ratificó la Carta Magna del 78 mediante un referéndum. De esto hace ya 36 años.
En lo puramente institucional, año tras año se repite el mismo ceremonial con la recepción, por parte de los presidentes de Congreso y Senado, de representantes de administraciones e instituciones del Estado. Cada vez son más sonadas las ausencias porque son muchos los sectores de la sociedad española que reivindican una verdadera reforma constitucional.
Nuestra Constitución propugna la convivencia pacífica entre los españoles, con independencia de ideologías políticas, posición social, raza, condición sexual, procedencia o creencia religiosa. El texto constitucional promulga valores tan importantes como: tolerancia, respeto, justicia, igualdad, libertad, participación, pluralismo, solidaridad, etc. Todo ello se articula a través de un compendio de derechos y deberes.
A pesar de que la Constitución del 78 ha servido para que los españoles vivamos un largo periodo de estabilidad política y convivencia pacífica, ha llegado el momento de abordar en profundidad el texto constitucional para reformarlo y adaptarlo a la sociedad española del siglo XXI.
Hasta ahora, sólo se han abordado dos reformas: una, en 1992, para permitir el voto de los extranjeros comunitarios en las elecciones municipales; y otra, en 2011, mucho más controvertida e impuesta por el bipartidismo, consistente en la modificación del artículo 135 para priorizar los intereses financieros por encima de las necesidades de los ciudadanos.
La última reforma referida “ha levantado muchas ampollas” porque se hizo sin ningún tipo de consenso parlamentario y por la vía de urgencia, para satisfacer las exigencias de la Unión Europea en relación con el pago de la deuda pública. De esta forma, se renunciaba a parte de la soberanía nacional para someterla a los dictámenes de los mercados, que son los que exigen el pago de la deuda por encima de todo.
Cada vez es mas frecuente que los medios de comunicación se hagan eco del debate social sobre la necesidad de introducir cambios en la actual Constitución. Son muchos los sectores que exigen  reformas en asuntos tan importantes como: el papel del Senado, la configuración territorial, la sucesión de la Corona, las funciones del Jefe del Estado y, como no podría ser de otra manera, la reposición de los términos del artículo 135 para que se anteponga la cobertura de los servicios públicos al pago de la deuda.
La reforma debería contemplar también que los ciudadanos podamos decidir, de una vez por todas, qué modelo de Estado queremos: una jefatura de Estado hereditaria, que perpetúe el régimen monárquico, u otra, elegida democráticamente por los ciudadanos en un sistema republicano. También se hace necesario que la Constitución apueste mucho más por la participación activa de los ciudadanos en nuestro sistema democrático.

Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama

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