Artículo de Damián Rubio para Infolínea
Para ver por la “tele” el pleno del
pasado jueves 27 de noviembre de un tirón, como yo he tenido que hacer en esta
ocasión por cuestiones de salud, hay que armarse de paciencia y tener ganas de
conocer la política local, puesto que el mismo incluía, ni más ni menos,
dieciséis puntos en su orden del día. Afortunadamente, he podido verlo “por
capítulos” ya que la televisión local lo repite varias veces en su programación
durante unos días.
El Concejal de Hacienda y
portavoz de CCD, en su amplísima exposición sobre la Cuenta General 2013, aprovechó
para vanagloriarse de su extraordinaria gestión durante la presente legislatura
y despotricar de la del anterior
gobierno surgido del pacto PP-PSOE. Eso sí, cargando las tintas sobre el
periodo en el que ostentaba la Alcaldía el Sr. Espadas. Fue la Oposición quien
le recordó que la “bancarrota” tuvo como principal causante a su actual socio
de gobierno, ya que durante ese periodo el PP poseyó la mayoría de concejales,
ostentó la Alcaldía durante tres años y manejó la hacienda municipal durante
toda la legislatura.
El portavoz del PP, Sr. Moreno,
no se atrevió a defender la gestión de su actual partido durante ese periodo,
como si la cosa no fuese con él. Debió tener un lapsus que le hizo pensar que
aún estaba en el CDL, “tragándose con patatas” el repaso que el Sr. Cánovas les
endosó. Su socio pasó factura, a aquellos que osaron decirle que “Roma no paga
traidores” cuando, después de ocho años de concejal, abandonó el PP para
abrazar las siglas de UDRM y posteriormente las del CCD, demostrando su
camaleónica habilidad para cambiar su piel en política (azul verde y naranja en
cuatro legislaturas).
El Sr. Cánovas, con la habilidad
de un experto trilero, mostró únicamente los datos que le favorecían y no hizo
mención alguna a los recortes en ingresos procedentes de la Comunidad Autónoma
y del Estado, ni a la subida de impuestos -especialmente de la contribución,
que se ha duplicado-, a la ausencia de
inversiones, la merma en subvenciones a clubes y asociaciones, la reducción en
las partidas de ayudas de carácter social –incluidos proyectos de desarrollo en
países del Tercer Mundo-, o al excesivo gasto que supone mantener el pacto de
gobierno con doce concejales, cinco pedáneos y
dos trabajadores de confianza, en la actual situación económica.
El esperpento llegó con la
artimaña que utilizó el Gobierno Municipal para imponer recortes en la moción
presentada por IU-Verdes sobre la introducción de medidas para la transparencia
de los cargos públicos y sobre la gestión municipal. Esta moción ya la se
presentó hace un año, sin que PP y CCD se dignaran a tomarla en consideración.
Ahora pretendían transformarla en una versión light conjunta de todos los
Grupos, ante lo que IU-Verdes estableció como condición indispensable el
compromiso de todos los miembros de la Corporación de publicar, en la página
web del Ayuntamiento, su declaración de bienes e intereses al iniciar la
legislatura y al finalizar la misma. Esta cuestión hizo que de nuevo la moción fuese
rechazada y sustituida por una a medida de PP y CCD.
Está claro que los camaleones
pueden adoptar cualquier color, pero son incapaces de hacerse transparentes.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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