Artículo de Damián Rubio publicado en InfoLínea
El próximo 25 de noviembre, como
todos los años, se celebra el Día Internacional contra la Violencia hacia las
Mujeres. Con ello se quiere insistir, una vez más, en la imperiosa necesidad de
prevenir y detectar cualquier caso de maltrato hacia este colectivo. Nuestra
sociedad aún no ha encontrado la manera de erradicar definitivamente esta lacra
que tanto daño le produce.
Desde todas las Administraciones
no han de escatimarse esfuerzos para realizar políticas de prevención, detección
y sensibilización, que engloben todo tipo de violencia hacia la mujer, no sólo
la que se circunscribe al ámbito de la pareja. En un intento vano de minimizar
las escandalosas cifras que cada año provoca esta lacra, el Ministerio de
Sanidad no incluye en sus datos aquellas víctimas que son menores de edad, no
son pareja del agresor o existe alguna duda para su consideración como
violencia de género.
Según los datos del Ministerio, a
10 de noviembre del presente año, son 44 las víctimas contabilizadas; sin embargo, otras fuentes las
elevan a más de medio centenar. Me parece un error, dado que se trata de un
problema que afecta a la sociedad en su conjunto, que se juegue con las cifras
de víctimas en lugar de apostar por una política integral que aborde este
problema en toda su profundidad.
La violencia hacia la mujer se
ejerce en todos los ámbitos, no sólo en el familiar o doméstico. Sin ir más
lejos, en el ámbito laboral aún persiste una gran brecha salarial entre hombres
y mujeres que realizan un mismo trabajo, camuflándolo mediante distintos tipos
de contratación y categorías. Durante estos días, en algunos medios de
comunicación hemos podido leer titulares como éste: “Las mujeres españolas
trabajan gratis desde este miércoles 8 de noviembre hasta 2018”. Convendrán
conmigo que esto también es violencia hacia la mujer.
En el cómputo de la violencia de
género tampoco entran la publicidad sexista, la prostitución, la trata de
blancas, las violaciones, el acoso sexual, la que se da entre parejas del mismo
sexo o entre ascendientes y descendientes. Es una forma de esconder la cabeza y
no querer ver la realidad en toda su extensión.
A nivel administrativo, sin duda,
hay que empezar por las entidades locales realizando políticas de igualdad,
campañas preventivas, educativas y de sensibilización, que se extiendan a toda
la población. Estas actuaciones deben estar dirigidas a las familias, centros
educativos y a la sociedad en su conjunto. Por supuesto, todo ello implica
destinar recursos presupuestarios para que todo esto no quede en una
declaración de intenciones. Las administraciones regional y nacional deberían
remar en la misma dirección, facilitando recursos económicos y humanos.
Aún no conozco los actos
relacionados con el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres en
Alhama. Supongo que en la línea de años anteriores, el Pleno aprobará una
moción conjunta de todos los Grupos Municipales y se realizará un programa de
actos que incluirá reparto de información,
actos simbólicos, debates, conferencias y lectura de un manifiesto. Todo
ello quedará en un mero acto de buenas intenciones, si no se realiza una
planificación de actuaciones concretas durante todo el año.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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