Artículo de Damián Rubio publicado en Infolínea
Por estas fechas es costumbre
hacer balance del año que acaba y proponerse nuevos retos con vistas al
venidero. 2014 ha sido, según Rajoy, el año de la recuperación económica,
aunque los trabajadores no lo hemos notado, ni en mejoras salariales, ni en
recuperación del empleo, ni en progreso de los servicios públicos. El
Presidente debería referirse a esa minoría social que no ha sufrido las
consecuencias de la crisis y ha seguido aumentado su fortuna como consecuencia
de la misma.
Uno de los asuntos más recurrentes
en los medios de comunicación en el año que se nos va, ha sido el incesante
goteo de casos de corrupción, de los que no se ha librado ni la Casa Real.
Entre los más escandalosos, podemos citar los de Noos (Urdangarín), Ere`s
(Andalucía), Gürtell, Fabra, Bárcenas, Palma Arena y Púnica (Partido Popular).
Lo novedoso es que, después de muchos años, se está haciendo justicia y algunos
de los protagonistas de estos casos ya están “alojados” en la cárcel. Del
dinero estafado, podríamos decir aquello de...“quién sabe ande”.
El Partido Popular, ante su
incapacidad para resolver los problemas de los ciudadanos de a pie y acuciado por sus innumerables casos de
corrupción, ha intentado desviar la atención a base de reformas legales. Unas
se han llevado a cabo y otras sólo han sido globos sonda para mantener al
personal entretenido.
Entre las que el PP ha sacado
adelante, con su mayoría absoluta y sin el más mínimo consenso, se pueden
destacar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza (LOMCE o
“Ley Wert”) y la Ley Orgánica de
Seguridad Ciudadana (“Ley Mordaza”). Ambas contienen una gran carga ideológica
de la derecha más retrógrada y conservadora, y
en ninguno de los casos favorecen a los ciudadanos.
La LOMCE es una ley
discriminatoria, clasista y pensada para favorecer el auge de la enseñanza
privada en detrimento de la pública; por su parte, la mal llamada Ley de
Seguridad Ciudadana, lo único que pretende es acallar las protestas y meter el
miedo en el cuerpo a aquellos que se atrevan a discrepar o ejercer sus derechos
y libertades constitucionales.
A pesar del optimismo de Rajoy, 2014
no ha sido el año de la recuperación, puesto que no han cesado las protestas ciudadanas como
consecuencia de la política del PP. Han seguido teniendo presencia en las
calles los desahuciados, los sanitarios, los dependientes y discapacitados, los
docentes, los parados y, recientemente, los afectados por la hepatitis C...
Según el Jefe del Ejecutivo, 2015
será el año del despegue. No sabemos a que despegue se refiere. Si se trata del
alejamiento de los ciudadanos, ya lo han conseguido con creces; si se refiere a
la recuperación económica, difícilmente podemos remontar el vuelo si no se
solucionan los problemas de empleo, la precariedad laboral y los recortes en
los servicios públicos. De lo contrario, seguirán subiendo como cohetes las
grandes fortunas, la banca, los especuladores y los “chorizos”.
Creo que las leyes deben servir
para solucionar los problemas de los ciudadanos, no para amordazarles y
privarles de sus derechos y libertades.
Damián Rubio es Coordinador Local de IU-Verdes Alhama
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